Mesa de Desarrollo Rural, un espacio central
para la Secretaría de Agricultura Familiar
El secretario de Agricultura Familiar
de la Nación, Oscar Alloatti, aseguró en declaraciones a la prensa, que uno de los ejes centrales de la
institución será conformar Mesa de Desarrollo Rural en todos las provincias, que
exceda el ámbito de los agricultores familiares, “sino que sea de toda la
ruralidad, de manera de tener un pensamiento conocido de cómo cada uno ve y
enfoca este tema. Además de las organizaciones, están los actores que
representan al sector, como la mesa de enlace y las de los pequeños
productores”.
De hecho, reconoce que los más
chicos tienen una organización llamada FONAF que agrupa a unas 6.300
organizaciones de base. “Vengo manteniendo muchas reuniones con ellos y por lo
general no quieren recibir subsidios, sino créditos. El subsidio promociona la
vagancia y el crédito- en todos los casos- estimula el compromiso de
devolverlo, y que el vecino pueda acceder a uno similar” sostiene.
Alloatti reconoce que incluso
antes de la creación de la Secretaría, se había comenzado a trabajar en
asesorar para mejorar la producción a pequeña escala. Y remarca que los
productores animales o vegetales a nivel familiar componen un universo de más
de 200 mil familias, el equivalente a la agricultura comercial.
Para ellos, planifica una
política en etapas, cuya primera instancia apunte a consolidar la producción y
mejorarla, tanto sea en cantidad como en calidad.
“La segunda etapa es conseguir la
comercialización de esas producciones para obtener un recurso dinerario que
vaya más allá del recurso de la familia. Acto seguido, intentar elaborar parte
de esa producción, ya sean quesos, pickles, fiambres, entre otros. Estamos
hablando de agregado de valor que requiere normas bromatológicas provinciales y
de SENASA, que permitan contar con un trabajo que asegure la calidad y la
sanidad del alimento”, explica.
La tercera etapa pasa por una
organización para adquirir volumen a nivel regional. “Ahí será una cooperativa,
una asociación civil, una sociedad transitoria con alguien, pero ese volumen
permitirá fletear en cantidades mayores, y a lugares más distantes”, se
ilusiona.
Alloatti reconoce que se trata de
un trabajo de largo aliento, no de corto plazo. “Si apuntamos a ser el
supermercado del mundo, y no el granero, y si Argentina logra colocar los
productos elaborados en gran escala en el mundo, el rol de la agricultura
familiar será entonces ser el supermercado regional. Y allí hay que ayudar a
pensar a toda la comunidad”. Y lo grafica con el ejemplo del verdulero de un
pueblo y las ferias francas, a la hora de remarcar la importancia que el cheque
de pago se quede en el pueblo. “Eso es desarrollo regional”, aclara.
Para Alloatti, el protagonista de
la agricultura familiar está rodeado de la naturaleza, por el clima que le pega
fuerte o lo ayuda, “y eso queremos comunicar. También queremos reforzar la
comunicación horizontal, entre ellos. Que uno de San Juan le diga que están
haciendo helado de leche de cabra a otro de Formosa que hace bolsas plásticas
para residuos comestibles hechas con mandioca. Ambos productos se elaboran con
materia prima. Uno requiere cámaras especiales, las bolsas son biodegradables y
comestibles, se usan y se comen. Si bien tiene un plus de costo es un enorme
ahorro en cuidado del medio ambiente y ahorro de basura”, graficó.
“En Entre Ríos en los puestos
pesqueros avanzaron con los comedores para el turismo, donde los pescadores y
sus familias sirven las mesas para las visitas, se hacen las fritangas o el
chupín. Antes el dinero era poco, ahora ayuda en la cocina a la mujer dentro de
un emprendimiento familiar. Y no se necesita de un turismo masivo. Con 6 mesas
puede cobrar $70 el plato, cuando antes por la pieza le pagaban la mitad, y le
puede agregar el pan casero e incluso algo para que se lleven. Pero todo eso
requiere animación”, destacó.
“En Salta tenemos una sala de faena móvil que
anda por los montes recorriendo los caminos vendiendo los cabritos faenados en
Bolivia. En San Luis, los montes son buenos para la miel, la que tiene muy buen
sabor. La envasan en tambores (porque les falta una máquina de envasar), y la
terminan vendiendo en Chile. Eso anima a la gente y a nosotros que venimos a
prestar servicio, e incluso hay técnicas para animar a la gente”, ejemplificó.
Capacitación
Otro aspecto importante en la
planificación de la secretaría es la educación. “En la escuela secundaria, los
chicos y chicas van dejando de ser niños para ser adultos, y eso les ayuda a
tener un crecimiento en sus valores y si ese chico no se aleja mucho de su casa
o de alternancia, va a crecer compartiendo a la comunidad educativa. Pero
cuando termina, debe tomar una responsabilidad. Y si en ese paso por la
secundaria se los estimuló, la cosa es muy distinta”, asegura.
Y agrega que en
la escuela se desarrollan tres líneas de educación: la adquisición de
conocimientos, las habilidades para buscarlo y transmitirlo, y las actitudes.
“De esta última dependen que harán con esos conocimientos. Los líderes son los mejores
pero además pueden ser multiplicadores, generando en otros reacciones
similares, potenciando la comunidad”.
Y proyectó que desde la Secretaría
apuntarán a ayudarlos con alguna diplomatura, en un plan terciario o
universitario “y ese tiempo les dará un ida y vuelta para empoderarse y
confrontar con los mecanismos que aprende, y el reconocimiento que la sociedad
le da cuando cada vez que vuelve con nuevos conocimientos y ayuda a resolver
los problemas de esa comunidad a la que pertenece”.
En el corto plazo, el desafío
pasa por sumar capacidad de organización y gestión. “Hay pero falta. “Queremos
tomar ejemplos de países más organizados que nosotros como Francia o Brasil,
que han tenido mucho éxito. Con ellos hay intercambio. Francia tiene un sistema
muy participativo y muy bien organizado. Allí, la Agricultura Familiar tiene
que ver con la educación, con la producción, con los mercados, entre otros.
Por su
parte, Brasil tiene el sistema Rampa, que permite ubicar en qué lugar de esa
rampa está cada productor, para que vayan subiendo en parámetros definidos que
le mejoren la calidad de vida. El pequeño productor brasilero va a al banco y
le otorgan un crédito para avanzar en su sistema productivo”, sostuvo. Y agregó
que “trataremos de encontrar experiencias replicables para que otros municipios
o instituciones puedan avanzar. Y no se precisa mucho para hacerlo. Eso estamos
haciendo, y en este mes y pico hemos acopiado múltiples emprendimientos en todo
el país que son increíbles”.
Para ello, remarcó que la gestión
va a ser de los coordinadores provinciales. Y que para facilitarles la tarea ya
están firmando un convenio con el INTA para trabajar como un paraguas de
trabajo.
En resumen, “trabajaremos para
tener más y mejor producción, valor agregado, acceso a mercados cada vez más
complejos, y organización como herramienta”, finalizó.
Fuente: El Litoral de Santa Fe
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Más y mejor producción, el desafío de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación. |