"Los pueblos cada vez son
más conscientes de su derecho
a decidir qué comen y cómo lo producen"
El derecho de los pueblos a decidir qué alimentos producen,
cómo lo hacen y qué consumen, lo que puede simplificarse en el concepto de
soberanía alimentaria, es un debate creciente en Argentina y en todo el mundo,
aseguró Miryam Gorban, nutricionista y especialista en la temática.
"Siempre que uno habla de soberanía está vinculado a
los acontecimientos económicos, políticos y sociales, por eso cuando decimos
soberanía alimentaria es mucho más que decir compro tal o cual comida e
involucra a todo el proceso desde que se produce hasta que está en la
mesa", señaló a Télam Gorban, quien coordina una cátedra abierta
recientemente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires
sobre la temática.
Y añadió: "Este derecho a decir qué producir, cómo
hacerlo, cómo comercializarlo, y cómo consumirlo siempre tiene que ir ligado al
respeto por el origen de ese pueblo, por su cultura y su realidad social".
La nutricionista, que escuchó hablar por primera vez de este
concepto en la Cumbre Mundial de Alimentación de 1996 en boca de miembros de La
Vía Campesina, afirmó que "para no limitar la soberanía a la producción es
indispensable una alianza con los consumidores, pero también trabajar sobre la
cadena de comercialización que muchas veces es tan concentrada y monopólica
como la producción".
El "consumo responsable" -según la especialista-
no tiene sólo que ver con "averiguar el origen del alimento, sino con
pensar, por ejemplo, cuánto voy a comer realmente y no comprar de más para
luego tirar a la basura".
En referencia a las mayores problemáticas Gorban mencionó
que "todavía existe, en el país y en todo el mundo, una gran concentración
de la tierra, una sobreexplotación de los recursos naturales y un abuso de los
denominados alimentos transgénicos".
"El monocultivo no sólo desgasta el suelo por su propio
efecto sino que para plantar soja, por ejemplo, se arroja sobre las tierras
agrotóxicos de todo tipo para matar todo lo que no sea esta planta y generar
producciones en tiempo récord", sostuvo.
Y continuó: "lo mismo pasa con los animales que son
engordados con químicos, viven hacinados y entonces generan virus producto de
esas malas condiciones, para los cuales luego nos venden las vacunas
retroalimentando esas cadenas negativas que deterioran nuestra salud".
La nutricionista detalló que "el concepto de soberanía
se nutrió muchísimo de los aportes que muchos médicos hicieron, tanto en el
país como en el extranjero, a partir de investigar los efectos de los agrotóxicos
sobre la población, e incluso de la composición de los alimentos".
Para Gorban, un elemento clave es el control de precios:
"no puede ser que los pueblos paguen sus alimentos al mismo valor que se
exportan, y eso es lo que termina sucediendo".
La especialista ponderó las políticas de "Carne para
Todos" y "Pescados para todos" e indicó que "para que esto
sea realmente efectivo tiene que estar programado y regulado por el Estado, y
sobre todo asegurado en los barrios más vulnerables y con continuidad".
Otra arista de la temática es la extranjerización de las
tierras y, en este aspecto, la nutricionista alertó que "el 6% del
territorio nacional está en manos de extranjeros, sobre todo en zonas clave
como el acuífero guaraní o la cordillera".
"La provisión de alimentos orgánicos y frescos se puede
lograr con cadenas cortas de comercialización, para lo que se podría, por
ejemplo, multiplicar las huertas en las casas, comunitarias o bien rodear a las
ciudades de quintas", sostuvo.
Autora del libro "Seguridad y Soberanía
Alimentaria", que está por reeditar, Miryam -que hoy tiene 82 años- nació
en Santa Fe pero se crió en Añatuya, Santiago del Estero, donde se recibió de
maestra.
Al llegar a Buenos Aires hizo la carrera de dietista y, si
bien atendió en consultorio, siempre tuvo inclinación por los temas sociales lo
que la fue llevando a esta temática hasta que en 1996 participó de la Cumbre
Mundial de Alimentación en Italia y conoció a los militantes de La Vía
Campesina y al concepto de soberanía alimentaria.
"Volví como un Quijote a traer la idea a la Argentina.
Así comenzamos a juntarnos con ingenieros agrónomos, abogados, nutricionistas,
campesinos, agricultores y entre todos fuimos desarrollando este concepto, del
que cada vez se habla más tanto en Argentina como en el mundo", concluyó.
Fuente: Télam